lunes, mayo 25, 2009

Un ángel y un diablito son mis guardaespaldas,
Se turnan de día para molestarme.

Tengo preparadas mis maletas para salir arrancando,
en cualquier momento,
(o quedarme... en otra parte(de mi))
si es necesario.

Uno no elige cuándo
ni en qué circunstancias conoce a las personas,
o deja de conocerlas,
pero en el fondo no son más que lo que son:
lo que uno le vio en los ojos la primera vez.

Mi ángel me cuida las espladas como hermano celoso
y el diablito me invita bailar.

De vez en cuando se armas discuciones:
todavía no sé quién ganó la última vez.

miércoles, noviembre 28, 2007



Abrí la puerta que tú me indicaste,
ahora quiero cerrarla
y no encuentro la llave.


Dónde estás? quiero irme ya.
Así y no dejar esta pieza sola
no quiero que alguien entre por casualidad.



La cama es tan blanca
y brilla, brilla tanto en las mañanas.
Pero de todo esto nunca te enterarás.
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pieza sola / vacaciones en el patio de mi casa
Fernando Milagros

viernes, octubre 05, 2007



Esto es mio.
(pinche y elija la animación que quiere ver)

viernes, septiembre 21, 2007

Tengo 26 años.
Tengo pena, tengo rabia, tengo ganas de gritar.
Tengo sueños amontonados en la garganta, en la espalda colgando, en los brazos.
Tengo esperanza, si, pero no alcanza.
He hecho mucha cosa. Cosas buenas y cosas malas. Ahora necesito reiki.
Ahora se habla de deperesión cuando uno tiene esta pena, pero la verdad es que todos la han sentido alguna vez en la vida. Esa cosa viscosa y negra que se pega en la patas y te impide caminar normalmente: faltas a la concentración y la memoria a corto plazo. Eso lo leí hoy.
Mientras más tienes, más tienes de que quejarte no? no.
Mi vida es buena, soy yo la que no la paso bien en ella... como la lenteja bajo la colcha.
Princesita.
Nadie me dijo princesita. Ni me regalaron demasiadas muñecas.

Hoy llegué temprano a mi oficina. Logré despegarme de limpiar "un poco" la cocina, y esfumar el olor a sueño de la cama antes de quedarme ahí para siempre. Es rica la sensación de abrir las ventanas de un empujón, de poner la música fuerte y cantar. Debe parecerse a tomarse un café con un pucho colgando de los labios. A comer chocolate.
Sola me siento bien, pero me carga sentirme desolada.
Disfruté esas tres horas de nadie. Trabajé bien. Entregué un trabajo o dos.

Tengo 26 años. En una semana más estaré en "mi departamento".
"Nuestro". Igual me siento triste de irme de donde estoy. Me gustan los cambios, harto, pero soy re mala para cambiar, soy lenta. Todo lo que signifique modificar algo ya determinado produce un pequeño colapso en mi sistema. Lo logro, al fin lo logro y lo disfruto, pero paso por el cortocircuito y obvia pataleta. jajajaja. Me carga que me apuren.
Voy a extrañar. Ya estoy extrañando para no sentir tan triste el último abrazo. Es raro, porque no sentí ese vacío cuando salí de casa de mis padres. Debe ser porque son lugares distintos... me puse más triste cuando ya no tenía ni pieza, ni ropa, ni espacio para dormir... a esta que casa que dejo, le dejo 3 años bakanes, con unas fiestas inolvidables y muchas comilonas. Pucha que lo pasamos bien! pijamadas!!

Tengo 26 años, y en verdad no son tantos como quisiera, o como los veo cuando cierro los ojos y me pongoa repasar.

jueves, julio 26, 2007

quería caer, y que me taparan,
quería soñar, y que me sostuvieran,
quería volverme loca, y que me sonrieran,
quería huir y que me esperaran con un té,
quería volar, y verlo todo de cerca,
quería correr y ganarte, alguna vez,
quería ser pequeña y bañarme con mi mamá,
quería tirarme de cabeza y no cuidar dónde caen los pies,
quería mirarme al espejo, y mirara a través tb,
quería comprame ropa, y sin estar deprimida,
quería llorar, y que no se dieran cuenta,
quería volverme hoja, y secarme rápido,
quería dormir contigo y a veces no
quería y no quería tb,
quería que nos vieran, verte y olvidarte,
quería volver a revolcarme y volver a revolcarme más,
quería jugar a las escondidas, y sentir mariposas como mimi,
quería no ponerme zapatos nunca más, y vivir así,
quería armar una casa con mis manos, y que me ayudaras,
quería sonreir, y que no se me arrugara la cara,
quería que estubiéramos juntos, y no me preguntarás porqué,
quería brincar, gritar y hacer pijamadas con mis amigas,
quería pintar una muralla de cebra, y otra rayarla con làpiz,
quería no llorar tanto y enseñarte a llorar a ti,
quería sumergirme y oler a tierra y a nuevo,
quería ser libro, y exitarme mientras me lees,
quería que entendieran todo sin decir una palabra,
quería irme lejos y "estar lejos" antes de terminar de decirlo,
quería no ser juzgada por dibujar monas piluchas en clases,
quería ser la mejor, siempre,
quería subir los pies en el auto y que no digas nada,
quería...quería, quiero y querré,
quería desaparecer y que no te des cuenta.































viernes, julio 06, 2007

jueves, junio 28, 2007

Tengo una cana. "Mi primera cana".
Siempre le he preguntado a mi Nona que cuándo le salió la primera cana, no sé, me gusta la idea de tener el pelo completamente blanco. Será porque me gustan los colores en el pelo y teniéndolo blenco quedaría de pelos de cualquier color... esas cosas que uno se magina de chica y que desa con fuerzas, pero la verdad que aunque me busco nunca me había encontrado nada, ni una cana, por chiquita que fuese. El otro día, y mirándome muy cerca se rió y me dijo: una cana!! una cana!! No me la encontré. Por varias semanas me la busqué sin encontrarla. Y eso que estaba ahí. La cosa es que ayer me la encontré.
Me reconforta la idea de algo cambie en mi. Me he visto enredada en situaciones de la vida complicadas, donde necesariamente espero un cambio, algo que me diga que las cosas necesariamente van cambiando y yo tb. Será la edad? Quiero verme, sentirme más grande y generar un cambio desde ahí. Suena loco, pero una cana podría ser la respuesta. Acaba de temblar. Y hoy no le temo a los temblores. A esos cambios me refiero.
Que buena sensación!